miércoles, 12 de septiembre de 2007

¿Y tú qué harías?

Hoy toca un caso práctico, el cual podría valer para estos tests sicológicos que te hacen en las entrevistas de trabajo, para ver si eres una persona responsable, decidida, indecisa, etc...
El otro día vivimos una anécdota muy graciosa, que al mismo tiempo, puso una vez más de manifiesto que los alemanes se piensan mucho las cosas y que son incapaces de quebrantar la ley, aunque las circunstancias y la lógica te obliguen casi a hacerlo (por favor, que nadie se ofenda, ya que esto está dicho con todo el cariño del mundo). Os pongo en situación:
Como ya os comenté, el pasado domingo fuimos con unos amigos (Paolo y Eva) a Malente, una población muy bonita a 115 km de Hamburgo y que destaca por sus bonitos lagos y zonas verdes. La verdad es que pasamos un bonito día, pero lo peor fue la vuelta en coche, ya que pillamos bastante tráfico y retenciones. Pues bien, cuando ya por fin entramos en Hamburgo, un semáforo en rojo se iba a convertir en el protagonista del final del día. Como es normal, nos detuvimos ante el mismo, el cual prohibía la circulación a tres carriles, que, a su vez, estaban encabezados por un turismo particular, un taxi y un autobús (ambos con pasajeros), respectivamente.

Todo en principio era normal, hasta que los pitazos de los coches y nuestra propia paciencia empezaban a evidenciar que llevábamos demasiado tiempo sin movernos y que lo más probable era que el semáforo estuviese estropeado. En este momento ya llevábamos 7 minutos parados. Como la situación empezaba a no ser normal, un conductor se bajó de uno de los coches que estaban detrás para convencer al conductor del automóvil particular, que encabezaba uno de los carriles, para que se saltase el semáforo con cuidado. Pero sus intentos fueron inútiles, ya que el otro le dijo claramente que no. Entonces, el hombre lo intentó con la taxista, quien también fue muy contundente negando con la cabeza. El otro conductor, con cara de derrota y desesperación se lleva las manos a la cabeza y grita "¡oh, Deutsch!". La verdad es que nos hizo mucha gracia ver a un alemán quejándose del carácter tan típico y mundialmente conocido de sus compatriotas.

En este punto, el tiempo de espera ya alcanzaba los 15 minutos. Entonces Paolo, se anima en un segundo intento y se dirige al taxi, intentándole explicar que el semáforo estaba estropeado y que era ilógico seguir esperando, ya que la policía tampoco llegaba. Pero una vez más la respuesta de la taxista fue negativa. Incluso, nuestro compi italiano se armó de valor y se puso en el cruce dirigiendo el tráfico para que el autobús se lanzase a cruzar la delgada línea roja, la de la prohibición, pero el conductor del bus ni "na de nothing".

La verdad es que ya nos reíamos de la situación. Eva, que es alemana, decía: "es ilógico este comportamiento, los alemanes son así, incapaces de quebrantar la ley, incluso en estas circunstancias".
Total, que aquello ya no tenía ningún sentido y algunos cláxones no paraban de sonar, aunque no demasiados (no me quiero imaginar esta situación en España, ja ja, empezarían a pitar al segundo minuto de espera). De repente, como un milagro y después de 25 minutos, el turismo que estaba en la primera línea del primer carril se aventuró a rebasar los límites de la legalidad y todos le seguimos sin dudarlo, incluidos el taxi y el bus.

  • Mi planteamiento es: ¿tú que harías en esa situación...
a) ...si fueses el conductor del turismo particular?

b) ...si fueses el taxista (con pasajeros)?

c) ...si fueses el chófer del autobús (con pasajeros)?
  • Mis respuestas:
a) A los 7 minutos de espera y con el apoyo de los otros conductores, me hubiese saltado el semáforo en rojo, cuando no supusiese ningún peligro, obviously.
b) Esperaría a que otros tomasen la iniciativa. Pero si nadie lo hiciese, después de consensuarlo con los pasajeros (que por ellos, espero que hubiese parado el taxímetro durante esos 25 minutos), lo haría yo.
c) Llamaría a la central de autobuses para avisar del semáforo estropeado y esperaría a recibir órdenes para proceder de un modo u otro. Aunque, evidentemente, si todos los coches arrancan, no iba a quedarme yo sóla parada en el carril.

Y con esto y un bizcocho, hasta el lunes a la hora que queráis. Schönes Wochenende.

9 comentarios:

Eva dijo...

Eso pasa en toda Alemania menos en Düsseldorf, donde yo creo que han hecho de saltarse los semáforos en rojo un deporte nacional.

Lo del semáfor en rojo me pasó a mí dos veces. Una vez en Inglaterra, donde al cabo de unos diez minutos pasaron a toda leche por la carretera perpendicular cuatro o cinco ambulancias, coches de bomberos y coches policiales. Un espectáculo.
Otra vez me pasó en Alemania, en una carretera poco concurrida a las seis de la mañana, y en ese caso todo el mundo pasó con cuidadito.

Lo más curioso que vi yo en Alemania fue en Bremen, un semáfaro de peatones en rojo a las dos de la madrugada, la carretera vacía, ni un coche, buena visibilidad... y la paisana esperando paciente bajo la lluvia y sin paraguas a que el semáforo se pusiese en verde. Impactante.

Star-spangled banner dijo...

Cuando tengo que definirme a mí misma ,casi siempre digo que soy un poco cuadriculada, como los alemanes, pero después de lo que ha contado la Andu, me lo pensaré un poco antes de volver a utilizar este adjetivo. Y como ella dice, que nadie se ofenda por este cliché. No será tan malo cuando me lo aplico a mí misma.

Pero es que hay cosas que claman al cielo, como este caso en concreto. Si el parlamento alemán decretara un mes sin comer, ¿morirían de hambre antes de violar la regla? Que no se puede ser más papista que el papa, hombre. Bueno o a lo mejor sí, que mira, ahí con todo lo cuadriculados que se dice que son y todas sus cosas, son una potencia europea.

Pink Floyd dijo...

Te ha faltado explicar una cosa. Cuando los vehículos empezaron a pasar, no fue antes de que pasara a toda leche un coche de policía, y un minuto después se apagara el semáforo. Es decir, ya no estaba rojo ni verde, sino apagado, por lo que atravesar el cruce suponía exactamente el mismo peligro que antes (el policía no se bajo del coche ni ninguna autoridad vino a dirigir el tráfico). La única diferencia, es que en ese momento estaba "autorizado".

LA MARU dijo...

Hasta yo, que soy muuuuy respetuosa con las leyes de tráfico (no tanto con otras leyes)en un caso así a los 5 minutos me hubiera puesto en marcha...¡HASTA YO! y los que estáis acostumbrados a ir conmigo en coche sabéis a qué me refiero. Pero no sólo los alemanes son raros, los ingleses los siguen muy de cerca...un día en Londres no funcionaba la máquina expendedora de billetes de autobús y cuál fue mi sorpresa cuando al subir me dan un papelito que decía algo así 'Se le autoriza a hacer este trayecto en el autobús sin billete porque confiamos en que acudirá usted en breve a pagar el importe x del mismo a nuestras oficinas situadas en xxxx'. Estuve riendome yo sola media hora y aún guardo el papelito de recuerdo.

Anónimo dijo...

Sí, la verdad es que son muy confiados, cuando los españoles somos más zorros o pícaros en ese tipo de situaciones. Seguro que fuiste a pagar el billete, verdad Maru?, je je, muy bueno.

Anónimo dijo...

Por cierto, laanterior era yo, Andu. Ni mi propio blog me reconoce, je je. Andu

Lucía dijo...

Pues hombre, la situación es un poco exagerada...pero la verdad es que me alegra q al menos los alemanes sean asi. Aqui en Coruña lo que tienes que ir es con 8 ojos para q no te atropelle un coche y con 20 si vas como conductor porque la gente tiene la mala costumbre de tirarse a los coches.Yo como peatón me salto todos los dias el semaforo de Juana de Vega, pero es porque si no te lo saltas pareces idiota!!!
Un besin y aqui estoy para subir la audiencia de este blog!!!

Anduriña dijo...

Bienvenida Lu! Tenemos que apoyarnos entre nosotros, los bloggeros. Yo también prometo subir la audiencia del tuyo.Bicos

Anónimo dijo...

vamos ni medio segundo hubiese aguantado yo!!! ya me conoceis!!!

jijiji

LA K