domingo, 7 de diciembre de 2008

Pulpo a la japonesa y Glühwein con toque gallego


Ya está, prueba superada , ya lo he hecho y me ha gustado. El viernes disfruté tal cual una niña con zapatos nuevos de una deliciosa cena en un restaurante japonés de Hamburgo. Lo hice en compañía de PF y algunos de sus compis de trabajo, entre ellos un japonés, que ejerció de anfitrión para la ocasión. No nos molestamos apenas en abrir la carta ya que preferimos que Y (a partir de ahora para referirme a nuestro amigo nipón) nos recomendase. Seguramente para muchos de los que estáis leyendo este post, ir a un japonés es algo normal, pero para mí era ésta la primera vez y quería disfrutarla en todo momento. Desde el pulpo crudo o rebozado hasta la sopa, pasando por un pez espada en no sé que salsa exquisito hasta trucha a la brasa y pescados variados, no hubo nada que no me gustase. Incluso todos me pusieron a prueba para ver mi cara a la hora de comer una especie de judías "podridas", pero resultó que me encantaron.
Para beber, una botella de 1,8 L de "Sochu" (sé que no está bien escrito pero es como suena), una bebida similar al sake, con 20º de alcohol y que la verdad bajaba muy bien. Aquí estuvo la anécdota del día, ya que Y nos dijo que era caro, pero coño, cuando trajeron la cuenta todos nos quedamos flipados: 75 eurazos la dichosa botella. En mi pueblo eso no es caro, ¡eso es un atraco a mano armada!!, pero bueno, no todos los días una pone una cruz en su lista de cosas que le quedan por hacer en esta vida y no queda duda de que lo hice por la puerta grande.

El sábado, lo reservamos para ir a un Weihnachtsmarkt del centro. Estos mercados navideños son realmente entrañables y hacen que en Alemania la Navidad se viva también en la calle y no sólo en las tiendas y centros comerciales. Como ya he contado en otra ocasión, lo típico en estos mercados es beber Glühwein, es decir vino caliente, esta vez con un chorrito de ron. La verdad es que con el pedazo catarro que tengo, este tipo de jarabe no me viene nada mal ;-).
La cosa no tendría nada de especial sino fuese porque bebimos el Glühwein escuchando un "Canto a Galicia, Hey". Ya sé que Julio Iglesias no me emociona y mucho menos su gallego erosionado, pero sinceramente, disfrutar de una tradición tan alemana cantando "eu teño morrriña, teño saudade", tiene su cosa.

Y hoy ya es domingo. El plan para hoy me parece que va a ser casita y descansar o por lo menos es lo que apetece al ver el cielo gris característico de esta ciudad. Un buena tarde para yacer en el sofá, leyendo un buen libro o haciendo deberes de alemán, últimamente ,mi tarea casi diaria. Que lo disfrutéis y feliz semana.

6 comentarios:

Pink Floyd dijo...

Yo que soy muy primario, me hace gracia el japonés pero no lo encuentro la octava maravilla del mundo. En mi mundo primario, una buena paella de marisco o un buen chuletón de ávila por su sitio, con unos buenos caldos con caracter y personalidad, con su cafecito con gotita y con su pelotazo de remate, es lo que más me pone.
El japonés está bien para una vez por año o algo así. Por cierto, que en la carta tenían también cerdo ibérico.
Lo pasamos muy bien, la verdad, el sochu este está rico y te pone tontorrón tontorrón.
Las judías, que en este caso venían disimuladas en un rollito de arroz tipo sushi, son la cosa más asquerosa del mundo. Yo las comí en su estado natural, sin trampa ni cartón, judías podres malolientes, unidas por una especie de líquido que recuerda a la sangre de alien. Los japos las comen para desayunar.

Eva dijo...

Dos de mis pasiones en una sola entrada: los japoneses y Glühwein... lecker!

mxg dijo...

mmmhhh, comida japonesa, me encanta y me encanta su presentación y el ambiente de los restaurantes.
Lo que solían hacer conmigo en Japón cenando con los Japoneses es darte a comer las cosas mas raras que hay en el restaurante y se niegan contarte lo que es antes de lo has probado para salvarlo para el momento apto que es cuando lo tienes en la boca. Y es entonces cuando te comunican lo que estas comiendo es 'semen de calamar crudo'. Lo que hay que hacer en estos momentos es sonreir y decirles que bien, eso es tu favorito y se hace muy bien en tu país también. Lo pone negro.
Casi como en Galicia cuando ofrecen pulpo a los extranjeros y se alegran como ninhos si te da asco. :)

Anduriña dijo...

Ja ja, creo que el semen de calamar no lo he catado y creo que metendrían que engañar para hacerlo :-)

Jabolka dijo...

Me encantan los mercadillos de navidad, aqí tambien los ponen y son guays.
Pero creo que los alemanes son mejores, por lo menos me dijeron que eranparecidos a los de eslovenia y allí eran la hostia!

Nat dijo...

La comida japonesa me encanta, pero lo de Glühwe... no lo había oído jamás, así que muchas gracias por la explicación para los que no sabemos tanto sobre mercados navideños, (mira que por acá no se estila) sobretodo porque a nadie le apetece recorrerse kilometros de puestecitos navideños con 30° de calor a cuesta!
Acá en vez de un vino caliente, (que nosotros llamamos navegado, y le ponemos naranja) una cerveza bien helada con fanta viene genial!
Muchos besos y ánimo con tus deberes de alemán!