Hoy PF y yo tuvimos esa sensación de ir en otra dirección, contra corriente de todo el mundo, cuando esta tarde, a la vuelta del parque, nos cruzamos con una marea de gente, seguidores de Alemania y Polonia respectivamente, que se dirigían a un recinto que montaron al lado de nuestra casa para seguir los partidos de la Eurocopa a través de una pantalla grande (con un aforo de hasta 55 mil personas, para que os hagáis una idea).
No es un secreto que paso del fútbol olímpicamente y hoy comprobé en parte por qué: por la violencia, odio, insultos, gritos, alcohol, borracheras, lemas ridículos, etc... que fomenta entre algunos de los aficionados. Claro que no se pueden hacer generalizaciones, pero con un grupo de gilipollas que la quieran montar, basta para que el post-partido se convierta en una batalla campal. Cierto es que en Hamburgo no escatiman en refuerzos policiales, de modo que nunca se llegan a armar grandes líos.
No quiero ser exagerada, pero mientras me cruzaba con esas caras pintadas con las banderas polaca y alemana, que a la vez envolvían sus cuerpos, me sentí insegura. El que más y el que menos iba encendido y la euforia estaba tan a flor de piel que me daba la sensación de que en cualquier momento podía estallar de la peor forma. PF dice que soy demasiado acojonada con este tipo de ambientes, pero que queréis que os diga, no confío en la racionalidad de la gente cuando de fútbol se trata. Ayer, fueron los turcos y los protugueses quienes nos "regalaron" un desfile nocturno y acústico de pitidos y voces hasta altas horas. Hoy no quiero ni pensar hasta qué hora se alargará la celebración de los alemanes , que acaban de ganar. De momento en nuestra calle la gente no para de gritar el nombre de Lukas Podolsky, que parece que fue el protagonista de la noche, según me informa PF, quien acaba de llegar de ver el partido en un sitio donde la gente comía zanahorias. En fin, que esto seguro da para otro post. Ahora, con vuestro permiso, voy a hacer gala de la función principal del domingo, es decir, voy a tirarme en el sofá hasta quedarme dormida, si me dejan claro.
No es un secreto que paso del fútbol olímpicamente y hoy comprobé en parte por qué: por la violencia, odio, insultos, gritos, alcohol, borracheras, lemas ridículos, etc... que fomenta entre algunos de los aficionados. Claro que no se pueden hacer generalizaciones, pero con un grupo de gilipollas que la quieran montar, basta para que el post-partido se convierta en una batalla campal. Cierto es que en Hamburgo no escatiman en refuerzos policiales, de modo que nunca se llegan a armar grandes líos.
No quiero ser exagerada, pero mientras me cruzaba con esas caras pintadas con las banderas polaca y alemana, que a la vez envolvían sus cuerpos, me sentí insegura. El que más y el que menos iba encendido y la euforia estaba tan a flor de piel que me daba la sensación de que en cualquier momento podía estallar de la peor forma. PF dice que soy demasiado acojonada con este tipo de ambientes, pero que queréis que os diga, no confío en la racionalidad de la gente cuando de fútbol se trata. Ayer, fueron los turcos y los protugueses quienes nos "regalaron" un desfile nocturno y acústico de pitidos y voces hasta altas horas. Hoy no quiero ni pensar hasta qué hora se alargará la celebración de los alemanes , que acaban de ganar. De momento en nuestra calle la gente no para de gritar el nombre de Lukas Podolsky, que parece que fue el protagonista de la noche, según me informa PF, quien acaba de llegar de ver el partido en un sitio donde la gente comía zanahorias. En fin, que esto seguro da para otro post. Ahora, con vuestro permiso, voy a hacer gala de la función principal del domingo, es decir, voy a tirarme en el sofá hasta quedarme dormida, si me dejan claro.
Por cierto, si no comento lo de la victoria de Nadal me da algo. Tengo que decir que la final de hoy no ha tenido la emoción de otros años, ya que el mallorquín se merendó a Federer en un abrir y cerrar de ojos. Es el único deporte que veo en la tele y disfruto con él. Mucha gente lo encuentra aburrido, será que me gusta ir contra corriente.
10 comentarios:
Yo tengo un problema serio con los deportes en la tele: me gustan todos (el cricket es el que menos, pero algunas horas también me he pasado chupando cricket).
Tiene razón PF, no hace falta que te pongas nerviosa con los futboleros: los ingleses no están en el Europeo... jiji
El comentario borrado era mío. Información por duplicado
Durante el mundial hace dos anhos el ambiente para ver el futbol ha sido siempre bueno en Alemania. Espero que sigue así ahora también.
Me parece especialmente en Hamburgo hay un montón de ineptos que montan un follon para cualquier ocasion, el primero de Mayo, partidos de futbol...y vosotros en el medio en vuestro barrio.
Al final ayer se celebró todo muy ruhig, así que quizás tengo que perder ese miedo que tengo a ambientes donde la euforia no es fácil de controlar, ya que parece que la controlan ;-)
Eeeeeeh, perdón, pero creo que he leído algo asi como que PF fue a ver el futbol a un sitio donde todo el mundo comía zanahorias???? ¿?¿?¿?¿? jajaj ¿Qué quiere decir eso??? jajajaja....
Enhorabuena para Nadal,pero Federer estuvo tan mono con esas palabritas en francés que dedicó a la afición y a su adverario vencedor... ains...!
un beso, y no te preocupes, en mi casa no somos nada esportivos y nos chupamos entera la final de roland garros!!!
Escuche que en un de los sitios con disturbios y detenidos por el enfrentamiento entre alemanes y polacos fue en hamburgo!!!
Mientras Federer hable en francés, le perdono que haya perdido (Bien por Nadal, que también me gusta ehhh...)
Acá el futbol es cosa seria, sobre todo los campeonatos clásicos de los dos clubes más importantes del país. Y lo que debiera ser una fiesta entretenida, colorida y deportista, termina siendo una seguidilla de actos vandalicos, perpetrados por ambos lados... los que ganaron, para celebrar el triunfo, y los que perdieron, para sacar afuera la rabia y verguenza de la derrota!
Bueno, bueno, hubo algún detenido pero pq montan un recinto enorme para ver el fútbol, y la provocación de podolsky a las masas de borregos fue un detonante. Pero sólo se debieron de dar algunas bofetadas.
Yo estaba en una especie de club construido con basura y restos, vagones, pales de madera, bloques de hormigón. Era muy curioso y sólo había alemanes, y como dice Andu, comían zanahorias crudas que tenían en un cesto, como el que se come un ganchito. Preguntados los interfectos sobre tal costumbre, responden que aquí en alemania lo de zamparse una zanahoria con piel y todo así tal cual, es de lo más normal.
Y nada más... Ah sí
VILLA VILLA VILLA, VILLA MARAVILLA!!!
Alemania, la cuna del reciclaje... :))))))))))))
Jo, yo el otro dia estaba con Romeo en casa y oiamos gritos y gritos y resulto que estaba jugando España y nos preguntamos que campeonato sería.... Tu calcula la pasion futbolistica que hay en mi casa!
Un besin
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